1º Sembrar o conseguir una cabeza de girasol, obviamente con las semillas (pipas)
2º Una vez conseguido lo primero, desgranarla completamente
3º Las pipas al salir de la cabeza tienen una espesa capa de "pelusilla" que las recubre, lo cual es desagradable a la hora de comerlas, coger las pipas y echarlas en un cubo con agua
4º Este es el momento de echar un poco de sal en ellas (opcional)
5ª Por último dejarlas secar al sol durante unos días hasta que se se "tuesten" y se quite esa blanda testura que poseen las pipan tras ser mojadas. PERO...la naturaleza es sabia, pero lenta...si tienes muchas ganas de pipas y no puedes aguantar unos días si probarlas; meter las pipas en el microondas, durante poco tiempo, no me sean animales y lo ponngan 5 minutos, unos 30 segundos y comprobar el estado hasta su gusto
FOTOGRAFÍA ECHAS POR EL AUTOR DEL BLOG
Parece muy entretenido eso de transformar las semillas de girasol en pipas comestibles, tal cual las venden en las tiendas. Aunque éstas naturales seguro que están más ricas
ResponderEliminarmuy bien la entrada, no sabía yo esas historias, me han entrado ganas de pipas (yo recuerdo hace años que las pelusillas me daban igual, 'padentro' que iban)
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